Sobre mí

RAÍCES. Causa u origen de algo

Ahora veo sillas, nunca las había visto. De repente la vi, si la vi, dudé, disimulé, me lo negué, pero la veía, seguía ahí, me miraba yo la miraba de reojo.
Durante la retirada de un montaña gigante de vigas, la vi por primera vez, bajo la pila de palos amontonados, menospreciados, la vi al azar. La vi, me vio, nos miramos, yo por el rabillo del ojo, miedoso, esquivo, asustado, ella directa, clara…
Al día siguiente ella ahí seguía, me fui soltando, aprendí a mirar.
Otro día la miré como quien no quiere mirar, la observe, fingí, me deje observar otro día, nada. Solo miradas – ¿Por qué me mira? El montón menguaba día a día, parecía imposible, ella se veía cada vez más clara.
Simpatizamos no sé cómo, pero empezábamos a entendernos. La desanegué, la cuidé, la mimé y ahí esta bonita y orgullosa.
Otro día en el bosque con mi familia, en el bosque secreto de las trompetas, me pasó lo mismo, la vi, tirada, me vio, apartada, quitada de en medio.
– Otra vez .La he visto. -¿La veis? -No, no la vemos.
Desde entonces veo sillas, veo sillas por todas partes sobre todo en el bosque, no sé ni lo que pasa ni lo que pasará, tengo la necesidad de ir a buscarlas, paseo, me dejo llevar y las veo, ando por el bosque, no pienso, vagabundeo.
Luego en casa, está ahí desordenada, amontonada, tranquila. La imagino, la sueño y la pongo en pie.
La cuido, la mimo.